Andrea Armijos Martinez


Nació en la ciudad de Loja, Ecuador, el 27 de febrero de 1987. Ahora radica en Atlanta, Georgia. Trabajó como intérprete médica, pero por problemas de salud tuvo que abandonar dicho trabajo, y ahora tiene su propio negocio que maneja de manera independiente, se dedica a la renta de bienes inmuebles a través del sistema Airbnb. En la actualidad se encuentra dirigiendo un nuevo negocio.

En Ecuador a la corta edad de 9 años trabajó en televisión con Ecotel TV como co-conductora, en un programa de Ayuda Social titulado “Cadaj” dedicado a los jóvenes, que gracias a su madurez supo manejarlo muy bien. En el Colegio Santa Mariana de Jesús también colaboró en ayuda social. De esa forma, desde muy temprana edad estuvo involucrada en ayuda a la comunidad a través de medios de comunicación tanto de radio como de televisión; así como con instituciones sin fines de lucro, sobre todo en su ciudad natal, Loja, Ecuador. Su vida nunca fue fácil, pues ha sido un constante trajinar; sin embargo, y a pesar de haber tenido inconvenientes desde su nacimiento, con la ayuda inicial de su madre, pudo salir adelante.



Desde niña fue muy independiente y tratada de prosperar sin ayuda de nadie, a pesar de sus persistentes problemas de salud e impedimentos a través del transitar en su infancia. Uno de sus objetivos es demostrarse a sí misma y a la sociedad que para salir adelante solo necesita de su propio esfuerzo y confianza.


Andrea ha sido perseverante a lo largo de toda su vida, Caminó por primera vez a los tres años y, por ejemplo, nunca aprendió a montar una bicicleta porque no vio la necesidad de hacerlo. Su hermano, dos años menor que ella, fue su verdadero apoyo durante su infancia, fue quien la animó siempre a salir adelante, y hasta el día de su muerte, fue su soporte. Dicho suceso fue devastador para sus padres, y Andrea tuvo que convertirse a corta edad, en una madre para su madre, para ayudarla a superar la tragedia. Esto sucedió en noviembre del 2000, después de que hubieran llegado a Estados Unidos. Para ella fue uno de los eventos más duros de su vida, al igual que tener que dejar a la familia, pero era la única forma en que podría ayudar a sus padres a seguir adelante.

Viendo en una nueva realidad y cursando todavía la escuela, se le dificultó aprender un nuevo idioma, más con el gran dolor que supuso la pérdida de su hermano y la discriminación de la cual fue objeto, sin embargo, gracias a su tesón y esfuerzo, salió adelante y se graduó de la escuela secundaria; y aunque muchos no creían en su potencial de estudio, gracias a la ayuda de algunos profesores y un excelente amigo que le tendió la mano, se graduó, obteniendo la “medalla de voluntario”. 

Enseguida comenzó a trabajar como voluntaria en la Asociación Estadounidense del Cáncer, ganando el premio novato del año “Rookie of the Year” en 2008. Continuó su labor como voluntaria, en: hospitales, embajadas y ferias de salud. En un arduo camino y después de enfrentar varias disputas en la que fue su escuela, finalmente pudo ingresar a la universidad. Estudió para convertirse en intérprete Legal y Médica

Viendo en una nueva realidad y cursando todavía la escuela, se le dificultó aprender un nuevo idioma, más con el gran dolor que supuso la pérdida de su hermano y la discriminación de la cual fue objeto, sin embargo, gracias a su tesón y esfuerzo, salió adelante y se graduó de la escuela secundaria; y aunque muchos no creían en su potencial de estudio, gracias a la ayuda de algunos profesores y un excelente amigo que le tendió la mano, se graduó, obteniendo la “medalla de voluntario”.

 Su primera historia infantil titulada Bright Boy Changes the Girl’s World trata acerca de su propia experiencia en la infancia, cómo fue víctima de acoso escolar y cómo lo superó. Con este libro, quiere hacer un llamado a todos los niños del mundo que sufren acoso escolar, para inculcarles el mensaje de que “nunca, ningún niño debería ser víctima de abuso”.