El acoso escolar afecta a millones de niños en todo el mundo, pero los niños migrantes enfrentan un doble desafío: adaptarse a un nuevo entorno mientras lidian con la discriminación. Las barreras lingüísticas, las diferencias culturales y los estereotipos los hacen vulnerables a la exclusión y a la violencia verbal o física.
Es esencial fomentar la empatía en las escuelas, promover la inclusión y educar a los niños sobre la diversidad. Cada pequeño acto de apoyo puede hacer una diferencia en la vida de un niño migrante. Trabajemos juntos para crear un ambiente seguro y respetuoso para todos.